martes, 2 de agosto de 2016

Hoy es más fácil que nunca ser peronista=Cristina...

Cuando yo era joven y se tenía el nivel cultural que una cierta clase media podía ostentar, como fue mi caso, ser peronista no era nada fácil.
Era fácil para el laburante, para aquel que tenía bien en claro quien le había dado sus derechos y quien se los había quitado.

Pero para alguien "leído", ser peronista era una opción difícil.
Hablo de esto porque tuve el "privilegio" de vivir una parte de la década del 60 y del 70 siendo joven.
Y esto significa que entre los que  eran antiperonistas había gente de la talla de Oscar Allende, Arturo Frondizi, Ricardo Balbín (todavía hoy me emociono con su discurso en el velatorio de Perón).

Y había muchos más, un Raúl Alfonsín totalmente juvenil. La izquierda tenía en Abelardo Ramos a un intelectual de talla.

Y ni que hablar de Perón. Hasta el más idiota se daba cuenta que el tipo estaba 10 escalones por arriba del resto. Era un estadista. Ojo, como lo fue Arturo Frondizi (a mi entender), como lo fue Oscar Allende, como lo pudo haber sido Ricardo Balbín. Pero Perón arriba.

Algún perspicaz, o memorioso, me dirá porqué no nombro a Arturo Illia.
En este aspecto doy mi humilde opinión: Illia era un buen tipo, un médico de barrio, pero no era un estadista, no era un  hombre de gobierno. Era uno más.

No llegué a convencerme de la lucha armada. Ahí le dejo al lector toda la interpretación. ¿Cobardía? ¿Indiferencia? ¿Derechoso?
Lo que quieran. A mis veinte años me tiraban más las mujeres que la política. Quizás, sólo quizás, deba agradecerle a las féminas no haberme convertido en el 30.000 uno.

A pesar de mi indiferencia política en los sesenta cuando hablábamos de liberación o dependencia, todos sabíamos a lo que nos referíamos. No había que aclarar o explicar nada.

Ojo, nosotros solos no . Lo sabía muy bien Balbín, Frondizi, Allende, Abelardo Ramos, Perón, Cámpora, etc. etc.

Hoy, ni doce años de kirchnerismo, han podido superar, en el sentido de elevar, el nivel de comprensión de la mayoría de la clase media argentina.

Esto comenzó con el Proceso y se profundizó con Carlos Menem. La banalización de la política.
Es por eso, y solamente por eso, que personajes "iletrados", faltos de ilustración y estudio, carentes de un discurso coherente, como Macri, pueden llegar a ser Presidentes de la República.

Volviendo al inicio de esta disquisición, hoy ser peronista es más fácil que nunca.
De un lado Macri, Peña, Vidal, Morales, Sanz, Binner, Carrió...

Del otro... Cristina...

EL COSO DE AL LAO

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